Fregaderos de cocina
¿Qué fregadero elegir?
Hay muchos fregaderos distintos, de diferentes materiales, tamaños, colores, de una o dos cubetas, etc. En algunas ocasiones no resulta una elección fácil, por eso, en el siguiente artículo te queremos presentar fregaderos de cocina de diferentes tipos para que puedas elegir el que más se ajuste a tus necesidades.
- Tipo de montaje:
Fregaderos de Encastre:
Se llaman fregaderos de encastre porque se ponen directamente encima de la encimera, insertando la cubeta en el punto donde se ha realizado el previo corte. Son fregaderos fáciles de instalar y de limpiar en la utilización diaria.
Los fregaderos de encastre son un buen sistema, pero también tienen sus desventajas. Normalmente se pone silicona para fijar las solapas en la encimera y, a la larga, puede quedar manchada, aunque, como decimos, esto solamente sucede a largo plazo y con substituir la silicona nos bastará.
Fregaderos bajo encimera:
El fregadero de instalación bajo encimera consigue un efecto de continuidad, parece que la propia encimera incorpore el fregadero. Elimina las juntas en la superficie y estéticamente es una de las mejores soluciones.
La instalación resulta un poco más compleja que con el caso anterior, ya que, como el propio nombre indica, la cubeta se instala por debajo de la encimera y se sujeta con grapas. El corte queda a la vista, por lo que se debe tener en cuenta que tipo de material se utiliza en la encimera para que quede bien acabado, sino habrá que cantearlo.
- Tipo de material:
Fregaderos de acero inoxidable:
El acero inoxidable siempre ha sido uno de los materiales más utilizados en los fregaderos debido a su alta resistencia a los golpes y poco desgaste al paso del tiempo. Además, este tipo de material está indicado para la cocina porque es fácil de mantener limpio y se puede desinfectar con todo tipo de detergentes.
Fregaderos sintéticos:
La ventaja de este tipo de material es que se pueden hacer fregaderos de infinidad de colores, mientras que con el acero inoxidable siempre vamos a tener el mismo. Tiene una alta resistencia a las rayaduras y a los golpes. No acumula cal y son muy fáciles de limpiar, solamente con jabón lo tendremos limpio, es recomendable no usar detergentes abrasivos ya que podemos quitar la capa antihumedad y estropearlo. El calor no es un problema, teniendo la capacidad de resistir hasta 280 grados.
Además del método de instalación y el material, también debes tener en cuenta la forma del fregadero. Si tienes muchas esquinas, puedes optar por unas cubetas que se adapten a las esquinas para aprovechar al máximo el espacio de la cocina. Es importante elegir la medida en función del espacio disponible total y del ancho del mueble.
El fregadero no es solamente la cubeta y el grifo, hay infinidad de complementos que pueden ayudar al buen funcionamiento diario, como tablas de cortar o escurridores incorporados, dispensadores de detergente, y accesorios varios para personalizar el fregadero.
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